Por: Alberto Machuca
Decir “Las bibliotecas escolares en el Perú” es navegar en un término tan amplio y diverso como la misma geografía que nos alberga. La historia de nuestras bibliotecas escolares y el estudio de su situación ha sido tratado y comentado por especialistas y funcionarios del estado en su momento. Hace poco hice un recorrido por la zona norte en la Región Lambayeque y comprobé que lamentablemente han sido olvidadas en los colegios, y que se duda de su efectividad en los procesos de aprendizaje. Algunos profesores que bordean la edad de la jubilación, recuerdan y narran emocionados las actividades de lectura durante los encuentros que organizamos , así como los eventos culturales que, hace muchos años, realizaba la biblioteca de su centro; por supuesto cuando estaban activas. En la Región Piura y La Libertad, la situación es similar y en la zona altoandina del nororiente, frontera con Ecuador y Colombia, el panorama se agrava aún más. Hace unos meses visité algunos centros educativos entre Chimbote, Casma, Huarmey y Barranca con la idea de encontrar modelos de bibliotecas escolares que han resistido el embate del tiempo y los enfoques pedagógicos, pero todo es muy parecido a lo que encontré en otros lugares. Por supuesto que existen las excepciones, pero que no son representativas ni determinantes. ¿Pero, por qué considero importante el buen funcionamiento de una biblioteca en la escuela? Por su vinculación directa con la promoción de la lectura y la escritura y por lo tanto con los aprendizajes y la inserción de los estudiantes en el mundo real. Además, no es mi idea sino una opinión mayoritaria, la lectura en la escuela es tan importante como la misma institución educativa. Es altamente probable que los estudiantes no vuelvan a acceder a libros y actividades lectoras una vez que dejen las aulas.
Cuando inicié mi trabajo como promotor de lectura y me di cuenta que sin bibliotecas escolares es difícil hablar de la importancia del libro y la lectura, junto a un equipo que siempre me apoya, acordamos recuperar esos espacios perdidos en las escuelas públicas destinadas a las bibliotecas escolares. Estamos convencidos de que si queremos recuperar la magia en nuestros niños hay que crearles o acondicionarles el espacio común para que aquello suceda. Leer puede ser algo tan útil y sublime, dependiendo de muchos factores: uno de ellos es el espacio adecuado. También la lectura puede ser, como lo es para algunos, una actividad aburrida y desfasada en el tiempo. Nosotros queremos revertir esa mirada.
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